¿Sabías que la alimentación en los primeros 1.000 días de vida constituye uno de los principales determinantes del crecimiento y desarrollo de los niños y niñas? En este sentido la que va da los 6 a 12 meses sería la primera fase de la alimentación complementaria.
¿Qué es la alimentación complementaria?
Es en este momento cuando la mayoría de las guaguas están listas para comenzar a recibir otras comidas junto a la leche materna (¡por eso se llama complementaria!).
La Asociación Americana de Pediatría recomienda la lactancia materna como la única fuente de nutrición para tu hijo durante alrededor de 6 meses.
Revisemos algunas guías generales que te ayudarán con la alimentación en esta etapa:
Consistencia
Lo recomendado es la papilla o puré suave, sin grumos, ni trozos de fibra que estimulen el reflejo de extrusión (que pueda hacerlo sacar su lengua fuera).
Cuando le han salido los incisivos superiores (8-9 meses), la papilla puede tener la consistencia de puré más grueso y luego molido con tenedor, momento relacionado a la erupción de los primeros molares (alrededor de los 12 meses).
Cantidad
Al inicio de la alimentación complementaria la papilla o puré mixto se debe ofrecer en cantidades pequeñas, y se podrá ir aumentando a medida que avanza y acepta de buena forma la alimentación.
Por lo general, a los 8 meses los niños comen alrededor de 150 ml de comida (3/4 taza), más 100 ml (1/2 taza de fruta); y a los 9 meses 200 ml (1 taza) de papilla y 100 ml (1/2 taza) de fruta, en cada comida. Estas cantidades son referenciales y pueden variar en distintas oportunidades.
Ingredientes
La papilla debe contener cereales, más vegetales variados según la disponibilidad y carnes de preferencia bajas en grasa, de vacuno, pollo o pescado.
Al servir se recomienda agregar 2,5-3,0 ml de aceite vegetal crudo de preferencia canola o soya.
De postre se recomienda puré de fruta, crudas o cocidas, sin adición de azúcares ni miel, por su excesiva cantidad de azúcares y el riesgo de botulismo en menores de 2 años.
El pescado puede incorporarse a los 12 meses (o desde los 7 meses si consultas con su pediatra), incluso en niños con antecedentes familiares directos de atopia o alergia alimentaria. Se recomienda consumir al menos 2 veces por semana, dando preferencia para los pescados grasos (jurel, salmón, sardina) por su alto contenido del ácido graso DHA, que ayuda en desarrollo neuromotor del niño(a).
El huevo y las legumbres puede incorporarse a los 12 meses.