Como papás, sabemos lo difícil que es introducir las legumbres en la alimentación de nuestros hijos, sobre todo por las “mañas” que nos hacen cuando les presentamos este tipo de comida. Avioncitos, juegos, premios, hacemos de todo por lograrlo, porque los beneficios son muchos, comenzando por la cantidad de hierro que aportan al bienestar de los niños.
Partiremos por contarte que contienen sustancias bioactivas como los fitoquímicos y antioxidantes, las cuales poseen cualidades que podrían prevenir enfermedades como el cáncer.
Las legumbres contienen hierro, pero ¡ojo!, para que sea bien absorbido es necesario que sean combinadas con alimentos que contengan vitamina C ¿lo sabías? Bueno, ahora que lo sabes, te contamos cómo hacerlo.
Además tienen un alto aporte de energía, es decir, son una gran fuente de hidratos de carbono, lo que ayuda a que nuestros niños rindan todo el día como corresponde.
Tienen un mayor aporte de proteínas que el trigo y no contienen gluten. Al mezclarlas con cereales, como el arroz, la avena o el mote, su calidad mejora, llegando a alcanzar una similitud con las proteínas de origen animal, lo que incide en el desarrollo del sistema inmunológico y la masa muscular.
Ayudan al buen funcionamiento digestivo ya que aportan con fibra, reducen el colesterol en la sangre y favorecen a mantener controlada la glicemia o el azúcar en la sangre. Lo ideal, es consumir legumbres 1 ó 2 veces a la semana, a no ser que se padezca de colon irritable, diarrea o gastritis, en este caso, siempre será necesaria la recomendación de un especialista.
Todas las preparaciones son saludables, puedes comerlas en ensaladas, guisos, purés, o como sea el ingenio del chef. Lo importante es combinarlas con cereales, tubérculos y vitamina C para la buena absorción de sus nutrientes. Revisa acá algunas recetas.
